Ya desde la antigüedad se ha venido utilizando el aloe vera como remedio natural. Se sabe que en Egipto, cerca del 3.000 a.C., ya empezaron a conocer las utilidades de esta planta y en Sumeria, hacia 2.100 a.C., ya la empleaban de forma medicinal por sus efectos laxantes.
¿Qué propiedades posee esta maravillosa planta que hace que, hoy en día, 5.000 años después de su descubrimiento, sigamos reconociendo su valor? En esta ocasión nos centramos en la relación de las quemaduras y el aloe vera
Quemaduras y aloe vera
Las quemaduras son lesiones de la piel que pueden haberse producido por el sol, por agentes térmicos como el fuego de la cocina, por agentes eléctricos, etc.
A partir de 1930, un doctor llamado Collins y su hijo comprobaron que el aloe vera curaba con gran efectividad las quemaduras producidas por los rayos X. A raíz de este descubrimiento se siguió investigando en su aplicación como tratamiento para quemaduras con gran éxito y comenzó un incremento progresivo de la explotación comercial para dicho uso.
Algunos de los principales principios activos que hacen que el aloe vera tenga efectos beneficiosos sobre las quemaduras son: vitaminas tales como la A, que es un potente regenerador, la B5 que estimula la regeneración celular e hidrata la piel quemada, o la C que promueve la cicatrización; enzimas como la carbopeptidasa, que actúa sobre la inflamación y favorece la cicatrización, y esteroles que actúan como antiinflamatorios y analgésicos, además de aminoácidos, sales minerales y compuestos que protegen contra infecciones microbianas.
Desde Penca Zábila te animamos a contarnos tu experiencia con las quemaduras y el aloe vera.
Y, sobre todo, ¡cuidado con el sol y el fuego!